Quizá hayas escuchado el término glositis migratoria benigna refiriéndose a la lengua geográfica o quizá no. No es un nombre común, pero incide en un nivel de población relativamente alto y saber qué es la lengua geográfica seguro que te resulta bastante útil además de interesante para ti o para algún familiar que pueda padecerla.
Vamos a explicarte qué es la lengua geográfica y cómo puedes identificarla. Se trata de una patología de la mucosa lingual de carácter benigno que ataca a las papilas gustativas y que predomina en el género femenino sobre el masculino. Sus signos y síntomas se expresan habitualmente sin dolor, con presencia múltiple de eritemas o inflamación de la piel o mucosa que recubre la lengua y que se localizan únicamente en la parte superior (la que contacta con el paladar) y nunca en la inferior. Su etiología se debe a que las papilas se inflaman, pierden su color natural o bien se enrojecen e incluso generan cierto relieve, al generarse surcos y depresiones en la misma lengua.
El término lo acusa a que tanto la forma como la distribución de las manchas blancas o rojas que componen el eritema, son similares al relieve de un mapa geográfico. Normalmente los eritemas aparecen y desaparecen por si mismos a lo largo de los días, pero dependiendo de cada paciente, hay diferentes grados y en los más graves sí puede presentarse dolor y hasta ulceraciones.
Existen diferentes hipótesis a barajar lengua geográfica, determinándose factores aislados o conjuntos que pueden resumirse en patologías respiratorias, disfunciones hormonales, alteraciones dermatológicas, deficiencias nutricionales y estrés. Se establece además un posible origen genético atribuido a diferentes genes a su vez.
Aunque ya hemos explicado que la inflamación de la mucosa lingual desaparece por sí sola normalmente, hay veces que los síntomas son fuertes o que las recidivas son habituales, por lo que se requiere un tratamiento dental profesional por parte del odontólogo. Ahora que ya sabes qué es la lengua geográfica, también debes saber que en los casos más graves donde la sintomatología apenas remite, se puede requerir la toma de una biopsia para descartar otras enfermedades bucales más severas.
En primera instancia, el dentista recomendará reducir el consumo de tabaco y alcohol, además de alimentos picantes y muy condimentados. Por supuesto, una mejora de la higiene bucal diaria (cepillado dental más profundo así como el raspado de la lengua) es indispensable para eliminar tanto la inflamación como la posible infección que se pueda generar. Para el eritema, existen esteroides o antihistamínicos de uso tópico que se pueden aplicar mejor por la noche, así como colutorios con efecto anestésico, además de la toma de analgésicos y suplementos de zinc, vitamina B12 y ácido fólico. Recuerda que cualquier tratamiento utilizado para esta patología debe ser pautado por un equipo de profesionales en odontología.