Entendemos por férula dental una pieza odontológica hecha a medida de la arcada superior o inferior de la boca del paciente. Las férulas siempre se realizan en las clínicas dentales (nos referimos a la toma de medidas y elaboración de modelos) y se fabrican en un laboratorio de prótesis dentales. Los materiales (plástico o resina), así como las tipologías de las diversas férulas dentales que existen hoy en día dependen siempre de su finalidad, aunque todas ellas tienen el denominador común de solucionar diversos problemas dentales.
Las férulas dentales a veces son en sí misma el tratamiento dentario, mientras que otras veces su uso es complementario a otros procesos de prevención o tratamiento odontológico. En resumidas cuentas, el uso de la férula dental está recomendado para corregir problemas de la boca.
Más del 20% de la población aprieta y rechina los dientes, mayormente durante la fase del sueño, lo cual es importante de corregir, ya que lo hace de manera inconsciente. El efecto de este rechinar es que la presión dentaria es muy elevada y se produce un desgaste de su superficie innecesario y precoz además de generarse otras molestias secundarias como cefaleas tensionales, desgaste de la articulación temporo-mandibular y dolor en la musculatura facial. Por eso, el uso de férula de descarga está especialmente indicado en el bruxismo nocturno, aunque en casos extremos de ansiedad y estrés con el consecuente bruxismo diurno, también son especialmente útiles.
En este caso, la férula dental está hecha de plástico ligero (son flexibles y poco gruesas) y se utiliza como instrumento durante los tratamientos de blanqueamiento dental. Dentro de ellas se aplica el agente blanqueador que, una vez colocadas en la boca del paciente, mediante la aplicación de luz LED o de láser, el compuesto químico se libera hacia la dentina y elimina las manchas, además de conseguir el blanqueamiento.
Durante los tratamientos de ortodoncia, después de la retirada de esta, es importante que los dientes no dejen de notar cierta presión a la que ya estaban acostumbrados para que se mantengan en su lugar. Es mucho más fácil que un diente que se ha desplazado recientemente lo vuelva a hacer, ya que requiere de un enraizamiento fuerte que tiene lugar una vez transcurre un tiempo considerable una vez el tratamiento de ortodoncia se retira. La férula de mantenimiento o de retención se utiliza para estabilizar, por lo que además de estar hechas a medida, son muy rígidas.
Los protectores bucales ayudar a proteger la integridad de los dientes en la práctica de deportes de contacto bruscos o potencialmente accidentales como el rugby o el boxeo. Están hechos de silicona, la cual amortigua bien los golpes, además de que aportan flexibilidad y comodidad durante la práctica deportiva.
La férula de ortodoncia invisible es un tipo de tratamiento correctivo de los dientes que evita los brackets y mejora notablemente el efecto estético de la ortodoncia más tradicional. Además, las férulas permiten que el paciente con ortodoncia pueda quitárselas para comer o para lavarse los dientes, lo cual mejora notablemente la higiene bucal.
Una vez se realizan tratamientos quirúrgicos en los maxilares o en las encías, es imprescindible evitar el movimiento de los dientes para la completa curación de la estructura intervenida. Solo así se garantiza el reposo de la estructura en cuestión.
En el uso de la férula dental (en las tipologías que requieren de un uso reiterado), sobre todo al principio es normal que el paciente sienta ciertas molestias. Puede ayudar limitar las horas de uso de la misma y aumentar el periodo de uso progresivamente semanalmente, pudiendo comenzarse por una o dos horas, finalizando hasta tenerla puesta toda la noche.
Como cualquier estructura dental, la férula requiere de ciertos cuidados de higiene, puesto que aunque sus materiales son asépticos, en la boca residen numerosos tipos de bacterias y restos alimenticios que deben mantenerse fuera para que no proliferen dentro de la férula y evitar así futuras infecciones.