El periodonto es el conjunto de tejidos que soportan y rodean a cada uno de nuestros dientes y está formado por la encía, el ligamento periodontal, el hueso alveolar y el cemento radicular. La especialidad odontológica que trata y estudia la zona del periodonto se conoce como periodoncia.
Se llama hueso alveolar a la parte del maxilar o de la mandíbula que contiene los alveolos, es decir, la zona del hueso que sostiene las raíces de los dientes. Tiene diversas funciones como proteger a los nervios y vasos sanguíneos que circulan hacia los dientes. También sirve como amortiguación de las fuerzas generadas por la masticación, la deglución o la fonación.
Cuando se realiza una exodoncia o extracción, el hueso alveolar tarda aproximadamente 45 días en regenerarse.
Es la porción de mucosa oral que recubre el hueso maxilar y mandibular en la zona del hueso alveolar. También rodea el cuello de los dientes y se une a él por el epitelio de unión y fibras de colágeno. El reborde de la encía sigue el límite entre el cemento radicular y el esmalte.
La encía sana es de color rosado, pero por características raciales podemos encontrarnos con tonalidades más oscuras. Cuando la encía se ve enrojecida o sangra debemos preocuparnos, puesto que son signos de enfermedad del periodonto.
El ligamento periodontal es una parte del periodonto que se compone de un conjunto de fibras colágenas y elásticas, que unen el cemento del diente con el hueso alveolar de los maxilares. En el ligamento periodontal podemos encontrar vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas y células indiferenciadas.
Encontramos varios tipos de fibras, que se organizan en principales y accesorias. Los tipos más importantes son:
El ligamento periodontal tiene diversas funciones, pero las más importantes son:
El cemento radicular es una capa fina de tejido que cubre la dentina radicular (de la raíz). Depende de la zona de la raíz en la que se encuentre tiene diferente grosor, la zona más gruesa se encuentra en los extremos finales de las raíces y en la furca (zona donde se unen las raíces de un diente o molar) y la zona más estrecha se encuentra en la zona del cuello del diente.
El cemento radicular es el encargado de proporcionar inserción a las fibras de colágeno del ligamento periodontal.
El periodonto puede sufrir enfermedades y las más importantes y conocidas son la gingivitis y la periodontitis. En Clínica dental de Terrassa realizamos tratamientos dentales enfocados a la solución de los problemas relacionados con la zona del periodonto.
Consiste en una inflamación de las encías. Su causa más habitual es la presencia de placa bacteriana, principalmente debida a un mal cepillado.
Los síntomas de alarma que pueden hacernos detectar la presencia de gingivitis son la inflamación gingival, enrojecimiento y sangrado de encías. La gingivitis normalmente es una enfermedad reversible que, con un buen tratamiento dental y la higiene adecuada, desaparece.
Cuando la gingivitis no se trata, la inflamación puede extenderse hacia la parte más profunda del periodonto, dañando su inserción, el ligamento periodontal y el hueso alveolar. En este caso la enfermedad periodontal se ha agravado y nos encontramos ante un caso de periodontitis.
La periododontitis es la consecuencia más directa de una gingivitis no tratada y es la forma más grave de la enfermedad de las encías.
En la periodontitis la reacción de los tejidos es más profunda, se produce un surco gingival, la encía aumenta y se forma la bolsa gingival. En dicha bolsa, es más difícil conseguir eliminar la placa bacteriana, lo que hace la enfermedad periodontal más grave.
Conforme la bolsa gingival va aumentando, el hueso alveolar va disminuyendo y se inicia la pérdida de altura ósea. Al perder la altura del hueso, los dientes pierden su inserción provocando mayor movilidad de estos.
Como resumen, es importante saber que todas las periodontitis proceden de una gingivitis no tratada, pero no todas las gingivitis derivarán en periodontitis. La gingivitis correctamente tratada desaparece y se restablecen perfectamente las condiciones anteriores sin dejar ninguna secuela. Si no se diese un tratamiento adecuado es cuando dicha gingivitis puede derivar en periodontitis.