Las prótesis dentales se han convertido en la salvación para muchas personas, especialmente a la hora de sonreír. A día de hoy, la imagen juega un papel primordial en nuestra vida cotidiana, es por eso que tener una sonrisa bonita es tan importante. Además, la sonrisa también juega un papel muy importante en la autoestima de las personas, puesto que si a alguien no le gusta su sonrisa, puede generar inseguridades que pueden impactar en el día a día.
En el artículo de hoy queremos hablarte de los pasos necesarios para tener una prótesis dental para que puedas volver a disfrutar de tu vida sin inseguridades.
El primer paso para poder realizar el diseño para tu dentadura postiza es programar una consulta con un dentista y comentar tus necesidades y opciones. El dentista evaluará tu boca y determinará si este tipo de prótesis dental es la solución adecuada para ti.
A continuación, una vez acordado que este tratamiento es el más indicado para ti, se tomarán impresiones de tus maxilares superiores e inferiores. Esto se hace utilizando una sustancia moldeable que se coloca en una cubeta y se introduce en la boca para tomar una impresión precisa de tus tejidos orales. Esto va a permitir crear una prótesis que se adapte a tu boca.
Es posible que sea necesario realizar varias impresiones para poder llevar a cabo ajustes más precisos. Basándose en estos datos, el técnico dental elaborará tu nueva prótesis. Además, también es posible que se realice un registro de la mordida para determinar cómo se ajustan tu maxilar y mandíbula entre sí. Esto se hace mordiendo en un material especial que luego se utiliza para crear un modelo de yeso de tu boca.
Una vez se han tomado las impresiones necesarias, se envían al laboratorio protésico donde a partir de estas impresiones se obtendrán modelos de yeso que permitirán fabricar la prótesis.
En esta etapa previa al diseño, es importante hablar con tu dentista sobre el color y la forma de los dientes que se utilizarán en tu dentadura postiza. Lo ideal es elegir una tonalidad similar a la de tus dientes originales para estar seguros de que es la mejor opción para ti.
La cera de mordida se utiliza en la construcción de prótesis dentales para crear una base de cera alrededor de los modelos de yeso de los maxilares superiores e inferiores del paciente. Esta cera se coloca en los modelos para simular los tejidos blandos de las encías y permitir la creación de una prótesis dental totalmente personalizada y precisa.
Este producto se aplica en el borde del modelo de yeso, siguiendo la forma de las encías. Esto proporciona un contorno adecuado para la prótesis dental y ayuda a lograr un ajuste cómodo y estético. Asimismo, también ayuda a prevenir irritaciones y lesiones en los tejidos orales causadas por la dentadura postiza.
Una vez que se ha colocado la cera, se utilizan otros materiales, como resinas acrílicas, para construir la base de la prótesis dental. La cera se derrite o se elimina durante el proceso de fabricación, dejando espacio para el material de la prótesis definitiva.
Una vez que el laboratorio dental ha fabricado tu dentadura postiza utilizando los modelos y las medidas tomadas previamente, tendrás una cita con tu dentista para realizar una prueba inicial. Durante esta prueba, el dentista verificará el ajuste, la comodidad y la estética de la prótesis. En caso de que sea necesario, se realizarán algunos ajustes menores para asegurarse de que la dentadura se ajusta adecuadamente.
Es importante que le cuentes a tu dentista si sientes incomodidad, molestias o cualquier sensación que notes al probar tu nueva prótesis. Así, en caso de hacer cambios, serán lo más ajustados posibles.
Una vez ya se ha aprobado la nueva prótesis dental, es momento de colocarla. El tipo de prótesis dental que se coloque y que se haya fabricado, dependerá de tus necesidades. Las prótesis dentales pueden ser:
Una vez que la prótesis dental se ajusta correctamente, el dentista te proporcionará instrucciones sobre cómo cuidarla adecuadamente. Además, es importante realizar un seguimiento de la prótesis. Adaptarse a ella puede llevar tiempo y, al principio, es normal sentir incomodidad, dificultad al hablar y/o al comer. Sin embargo, con el paso de las semanas, tu boca se acostumbrará y adaptará a la prótesis y las molestias desaparecerán. Es importante que acudas a visitas de revisión con el dentista para asegurarte de que todo es correcto.