El tema de qué edad es la indicada para iniciar un tratamiento de ortodoncia infantil a veces suele traer confusiones, ya que hay varias opiniones. Realmente, la edad de inicio del tratamiento puede variar en cada niño. Dependerá principalmente del tipo de maloclusión que presenta el niño y de la edad dental que no tiene por qué coincidir con la edad real del pequeño.
En este artículo vamos a resolver las dudas sobre la ortodoncia pediátrica para que sepas cuándo es mejor empezar con este tratamiento para tu peque.
No es necesario esperar a que los dientes definitivos hayan salido para que el ortodoncista pueda realizar una valoración del desarrollo de la dentadura de los niños, puesto que hay malformaciones que se pueden corregir mucho antes, lo que favorece que las piezas dentales definitivas salgan correctamente.
Cuando hablamos de evaluación dental temprana, nos referimos a la evaluación y cuidado dental que se realiza en niños pequeños. Esta evaluación temprana es importante para detectar y prevenir problemas dentales en etapas tempranas, así como para establecer una buena base para una salud oral adecuada a lo largo de la vida. En muchas ocasiones no se relaciona lo mucho que la salud dental repercute en la salud en general, por lo que con esta evaluación el ortodoncista se asegurará de que todo está correctamente en su lugar para evitar problemas futuros.
Durante esta evaluación, un dentista o un odontopediatra examinará la boca, dientes, encías, vías respiratorias, funcionamiento lingual, postura y hábitos del niño. También se pueden realizar radiografías si es necesario. Los aspectos clave a evaluar son:
● Erupción dental. Se revisa la aparición y el desarrollo de los dientes del niño para asegurarse de que estén creciendo de manera adecuada.
● Posible caries dental. Se buscan signos de caries en los dientes del niño. Si se detectan caries, se realizará el tratamiento apropiado.
● Posibles maloclusiones. Se evalúa la alineación de los dientes y la mandíbula para detectar posibles problemas de mordida o maloclusiones. En caso de detectarse, se aconseja realizar un tratamiento de ortodoncia infantil para corregirlo.
● Higiene oral. Se dan instrucciones a los padres y al niño sobre cómo cuidar adecuadamente los dientes y las encías. Asimismo, también se les dan técnicas de cepillado y uso del hilo dental.
● Nutrición y hábitos orales. Se explica la importancia de seguir una alimentación saludable y los hábitos orales que pueden afectar la salud dental, como el uso prolongado del chupete o el hábito de chuparse el pulgar.
● Patrón respiratorio. En casi todas las maloclusiones solemos encontrar relación con un patrón respiratorio incorrecto. Normalmente la respiración bucal o mixta puede producir problemas en los maxilares que desencadenan la maloclusión.
● Patrón postural del paciente: cuando el paciente tiene maloclusiones como mordidas cruzadas, clase II (mandíbula atrasada) o clase III (mandíbula adelantada) puede comportar alteraciones posturales. En muchos casos al realizar el tratamiento de ortodoncia infantil podemos ayudar a mejorar estas posturas y prevenir posibles molestias en la edad adulta.
Realmente, la evaluación dental temprana es fundamental para detectar y abordar cualquier problema dental en etapas iniciales, lo que puede ayudar a prevenir complicaciones más graves en el futuro. Además, permite establecer una relación positiva con el dentista desde pequeños, lo que fomenta una actitud positiva hacia la atención dental y el cuidado oral a lo largo de la vida del niño. Es recomendable que los padres lleven a sus hijos a una evaluación dental temprana y sigan programando visitas regulares al dentista.
Las maloclusiones y los problemas de alineación dental en niños se refieren a irregularidades en la posición de los dientes y la mandíbula que pueden afectar la forma en que los dientes superiores e inferiores encajan entre sí al cerrar la boca. Estas condiciones pueden variar en gravedad y pueden ser causadas por diversos factores, como la genética, el desarrollo de los huesos faciales, los hábitos orales, respiración bucal o traumatismos. Las maloclusiones y problemas de alineación dental en niños más comunes son los siguientes:
- Sobremordida. Es cuando los dientes superiores cubren excesivamente los dientes inferiores cuando se cierra la boca.
- Mordida cruzada. Puede haber de dos tipos. La mordida cruzada anterior es cuando los dientes superiores quedan por detrás de los dientes inferiores al cerrar la boca y la mordida cruzada posterior se da cuando los molares superiores cierran por dentro de los inferiores.
- Mordida abierta. Es cuando hay un espacio entre los dientes superiores e inferiores cuando se cierra la boca. Suele relacionarse con hábitos orales como la deglución atípica (la lengua no está funcionando correctamente) o la succión digital (chuparse el dedo). Prácticamente siempre se encuentra asociada a una respiración bucal.
- Apiñamiento dental. Es cuando los dientes están apretados y amontonados debido a la falta de espacio en la mandíbula o maxilar. Los dientes de leche deberían tener espacios entre ellos, cuando un niño no tiene espacios nos indica la urgencia de poner ortodoncia.
- Diastema. Es cuando hay un espacio excesivo entre dos dientes, generalmente en los incisivos superiores. Ya hemos dicho que en niños pequeños es normal que haya espacio entre los dientes de leche, pero cuando es excesivo nos está indicando que hay un problema sobre todo en la función lingual, pero también en el patrón respiratorio.
Como ya hemos visto, los problemas de alineación dental no solucionados generan impactos negativos en la salud general y bucodental y en el desarrollo y autoestima del niño. Es posible que dificulten la masticación, el habla y la correcta limpieza de los dientes, lo que aumentará el riesgo de caries y patologías de las encías. Por eso siempre es indicado realizar un tratamiento de ortodoncia pediátrica en cuanto sea necesario.