La dicha castellana dice “más vale prevenir que curar”. Así que si te sale un bulto en la boca, lo más recomendable es que acudas al médico. Lo más seguro es que tengas una patología leve como un épulis. No obstante, no te conviene bajar la guardia, ya que podría derivar en complicaciones más serias.
En Clínica dental de Terrassa, te informamos, a continuación, sobre qué es un épulis dental, cuáles son los principales tipos de épulis y los tratamientos que debes seguir para curarlo, entre otras cuestiones.
La épulis dental es un quiste que aparece en las encías que, aunque habitualmente es de carácter benigno, puede crecer hasta afectar al hueso y evolucionar hacia algo cancerígeno.
En las primeras etapas, esta patología suele confundirse con una llaga pequeña. No obstante, al poco tiempo esta va creciendo hasta tomar forma de racimo. El paciente que la sufre tiene molestias para masticar y puede experimentar sangrado.
Existen distintos tipos de épulis que te descubrimos, a continuación:
La primera cosa que un profesional de la odontología hará cuando se encuentre delante de un paciente que sufra un épulis es pedirle que se someta a una biopsia. De esta manera, podrá diagnosticar mejor la lesión y podrá llevar a cabo un tratamiento más efectivo.
Al obtener los resultados de la biopsia y comprobar que el paciente sufre un épulis, el odontólogo pasará a programar una extirpación quirúrgica. Normalmente, se extirpa en la mayoría de los casos de épulis, pero en el caso de su aparición en mujeres embarazadas, no, ya que desaparece después del parto.
El tratamiento contra la épulis que termina con una extirpación quirúrgica implica también la sanación de las causas que provocaron la épulis. Y es que si no atienden a los factores que lo provocaron se corre el peligro de que vuelva a rebrotar.
No son muy frecuentes las complicaciones de épulis dental, pero en el caso de darse, estas se clasifican en inmediatas y mediatas.
Las complicaciones inmediatas de un épulis dental de diversas tipologías: desgarros, hemorragias, heridas de partes blandas; lesiones de los nervios cercanos; enfisema submucoso, fractura de instrumental, etc.
Las complicaciones mediatas de un épulis dental pueden ser de tres tipos: infecciosas, hemorrágicas o generales (septicemias, bacteriemas, glomerulonefritis, crisis hiperglucémica o hipertiroidea, descompensaciones cardíacas, hepatitis, etc.).
Como la principal causa de esta patología es el roce de una dentadura mal ajustada, si evitas esta fricción entonces reducirás considerablemente el riesgo de sufrir un épulis.
Por este motivo, es muy recomendable ir al dentista frecuentemente si utilizas dentadura postiza para que te revise que está bien ajustada. De lo contrario, te podría salir este pequeño quiste.
Además de las revisiones periódicas, para evitar que aparezca un épulis las personas que llevan una protésis dental tienen que mantener una correcta higiene bucodental, lavar la dentadura postiza con agua y jabón después de comer, quitarse la dentadura removible para dormir y colocarla toda la noche en un recipiente con una solución limpiadora.
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