Es muy importante mantener una buena higiene bucodental para evitar patologías y complicaciones en la boca. En este proceso el cepillado de dientes adquiere un destacado protagonismo. Por este motivo, te sugerimos en este artículo consejos sobre cómo hay que lavar los dientes.
En Clínica dental de Terrassa queremos explicarte cómo se deben lavar los dientes y otras sugerencias de interés para mantener una higiene dental rigurosa.
Lo mejor para una correcta higiene oral es coger el hábito de cepillarse al menos dos veces al día. Es lo recomendado por las principales asociaciones profesionales.
De esta manera, la placa bacteriana no se adherirá a los dientes y se podrán evitar la aparición de patologías vinculadas al sarro y a la acumulación de placa en los dientes.
Al margen de la frecuencia en el cepillado, es muy importante también invertir el tiempo correcto en el proceso.
Los dentistas recomiendan dedicar un mínimo de 2 minutos a lavar todos los dientes de la boca. Al cepillarse es muy importante tener localizadas las zonas de difícil acceso. Por este motivo, se recomienda empezar por la parte posterior de la boca. Normalmente, estas zonas son las más complicadas de acceder para retirar toda la placa acumulada.
A parte de tener en cuenta las zonas de difícil acceso, es muy importante saber el tiempo que hay que dedicarle a cada sección de la boca.
Hay que dedicarle 30 segundos a cada zona de la boca para conseguir una buena limpieza bucodental.
Para un buen cepillado de dientes el cepillo es indiferente. Lo realmente importante es seguir una buena técnica de cepillado.
Lo más importante de todo es mantener un ángulo de 45 grados con la encía y el diente. Esto es clave porque así podemos inserir en la encía y retirar toda la placa acumulada debajo de la encía y la pieza dental.
Hay que empezar el cepillado con movimientos circulares, aguantando siempre el ángulo de 45 grados. Después de cepillar entre dos y tres piezas a la vez, debemos cambiar y avanzar hacia adelante y cepillar otro grupo de piezas. Haciendo 30 segundos de cepillado por cada sector de la boca.
El movimiento rotatorio que se hace al cepillar los dientes tiene que ser suave y de delante hacia atrás. Si hacemos un movimiento muy fuerte podemos crear una recesión de la encía. Esto quiere decir que podemos tener una pérdida de la misma. Cosa que puede ocasionar la aparición de caries y sensibilidad, ya que se deja expuesta la raíz del diente.
Al llegar a la zona del paladar hay que insistir en esta técnica aunque el acceso sea más complicado.
Cuando se llega a la zona de los dientes anteriores, se debe hacer un movimiento desde la encía al borde del diente para poder eliminar la placa que se queda incrustada en la encía.
En la zona inferior hay que insistir mucho en los dientes anteriores, ya que en esta área hay las glándulas salivales que están trabajando constantemente durante todo el día segregando saliva. Las sales minerales que contiene la saliva contribuyen a la formación de sarro y placa bacteriana. En esta zona el cepillado tiene que ser igual que en el resto de la boca y hay que seguir insistiendo en la zona inferior haciendo la misma operación que en los anteriores superiores.
Las zonas blandas de la boca también hay que lavarlas. En este sentido, hay que cepillar las mejillas y la lengua. Esto es muy importante hacerlo, ya que en toda la boca se acumulan muchas bacterias.
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