Elegir un buen dentista no es tan fácil como parece, pues tiene que ser una persona capacitada, profesional y que te transmita confianza. Si no estás a gusto con tu dentista, es probable que la relación odontólogo - paciente no sea fructífera. Por eso en este artículo queremos hablar de cómo elegir un buen dentista, para que a la hora de realizar la búsqueda, sepas qué buscar y qué no buscar.
Por más que alguien conocido te recomiende un dentista (o cualquier otro profesional de la salud) es necesario que hagas una buena investigación sobre si es lo que tu estás buscando. A continuación vamos a dejar algunos consejos útiles a tener en cuenta a la hora de pensar en cómo elegir un buen dentista.
El profesional que te atiende tiene que ser licenciado en Odontología o médico especialista en estomatología. Además el personal de la clínica como higienistas y auxiliares también tienen que estar titulados siempre. Para los dentistas es obligatorio que pertenezcan a un Colegio de Dentistas que les certifique como profesionales.
Para comprobar que se cumple esto, puedes consultar a través de la página web del colegio de dentistas de la región donde vivas si tu dentista está colegiado. Es importante que cualquier profesional de la salud esté formado y ejerza en el rango que le pertoca, ya que de no estarlo, puede traer graves consecuencias al realizar cualquier tratamiento a un paciente.
No dejes que el precio sea un factor decisivo. Que cueste más o menos que otros no es equivalente a que es mejor o peor. A día de hoy existen muchas cadenas de clínicas dentales que ofrecen precios muy llamativos, pero la calidad de sus materiales es dudosa. Es importante ser precavido e informarse bien y contrastar la información antes de tomar cualquier decisión.
En vez de pensar en el precio, intenta fijarte en las reseñas que tiene la clínica dental o tu dentista en concreto, concierta una primera visita y fíjate en si hay feeling o simplemente quieren que pagues cualquier tratamiento, etc.
Además de ser licenciado en Odontología, es recomendable que un dentista tenga una formación complementaria, un postgrado o un máster. Es importante que encuentres a alguien especializado en lo que tu necesitas, en vez de a alguien genérico, pues la odontología abarca muchos campos y cuanto más especializado sea el odontólogo, mejor te podrá atender.
Es esencial que la clínica cuente con los avances tecnológicos necesarios, así como con los materiales adecuados para cada tratamiento y con proveedores con certificados de calidad. Para tener esta información, simplemente haz una búsqueda de los materiales y tecnología más fiable y novedosa y pregunta a la clínica qué es lo que utilizan.
Esto es vital, asegúrate que la clínica cumple las medidas de higiene y esterilización básicas. Es decir, que los profesionales utilicen guantes, mascarilla y la vestimenta adecuada al tratar al paciente, que el espacio esté limpio y desinfectado, que el material del instrumental esté limpio y esterilizado, entre otros. En caso de dudas, pregunta directamente a la clínica qué medidas de higiene llevan a cabo.
Este punto no lo puedes subestimar. Como hemos dicho, la relación dentista-paciente es muy importante. Tienes que tener una buena relación con tu dentista, por ende tiene que ser una persona cercana, que te transmita confianza y que se preocupe por tu salud bucodental.
Tener un dentista de confianza te ayudará a superar el miedo a acudir al odontólogo. Además te ayudará a mejorar tu salud bucodental. Por eso es importante informarse antes de escoger un dentista.
Es necesario informarse bien sobre la cualificación técnica y profesional del odontólogo y de su equipo antes de acudir a la clínica dental. Esto te permitirá saber si se trata de una clínica dental de calidad o de una clínica que realiza mala praxis y solo se preocupa de ganar dinero sin pensar en la salud de sus pacientes.
Teniendo en cuenta todos los factores que hemos comentado anteriormente a la hora de saber cómo elegir un buen dentista, podemos usarlos también para evaluar la calidad del odontólogo una vez hemos realizado la primera visita o hemos hecho el primer tratamiento.
Esta evaluación es personal ya que cada persona percibe las cosas de manera distinta. Habrá que tener en cuenta la primera impresión que nos causó tanto el dentista como el resto del personal de la clínica, la higiene del lugar, la higiene de los materiales, la calidad de los materiales, el tipo de tecnología utilizada, si es puntera o no, si al realizar algún tratamiento has sufrido mucho dolor (más del necesario) o no, si se te han hecho tratamientos innecesarios solamente para facturar más, si el profesional ha sido honesto y cercano contigo, si está titulado y trabaja en la especialización de la cual está titulado, si está colegiado, etc.
Teniendo en cuenta todos estos factores, puedes determinar si un dentista es de calidad o no. Si la mayoría de estos factores tienen un resultado negativo y no sientes cercanía y confianza con tu dentista, es mejor buscar otro. Lo más importante es tu salud oral.