Seguro que muchas veces has notado un agudo pinchazo en las encías en el momento que has bebido una refrescante bebida cargada de hielo, o presión en las mismas por el roce o fricción de cualquier alimento. Si sufres uno de estos síntomas, es posible que sufras de sensibilidad dental.
Por definición, la sensibilidad dental es una afección muy común en la sociedad. Las personas que padecen de esta patología sienten cierta sensación y debilidad en los dientes debido a que comen o beben alimentos calientes, o fríos y causan un desagradable dolor en las encías y en los dientes. En los casos más extremos, el propio roce, o incluso un poco de aire pueden causar daño.
Los dientes son elementos corporales sanos y resistentes por su capa protectora y, esmalte y que dispone de sustancias para proteger las piezas contra la sensibilidad bucal, cuya finalidad es albergar el interior de los dientes frente a nervios y vasos sanguíneos alterados. En el momento que esto se quebranta, aparece la sensibilidad dental.
Como comentábamos en los puntos anteriores, la sensibilidad bucal, puede venir dada, o por lo menos como se la conoce por la sociedad, es debido al impacto del calor o el frío en las piezas dentales y las encías produciendo grandes molestias y dolores.
¿Sientes pequeños pinchazos y momentos de desazón en tu dentadura? Lo primero que tienes que hacer es acudir a tu dentista, y lo segundo, si padeces de sensibilidad dental no debes de preocuparte, pues no deberás de pasar por un copioso y dificultoso tratamiento.
En definitiva, la sensibilidad dental suele ser un problema bucal muy común entre la sociedad, que puede afectar con molestias leves, o de forma más agresiva, pero siempre solventarlo con productos como colutorios, cremas y cepillados adecuados para tratar este tipo de patologías.